Richard Dawkins, en “The Selfish Gene”, nos muestra que los sistemas complejos, como los organismos o las organizaciones, se construyen a partir de unidades más pequeñas que actúan según su propia lógica de supervivencia y reproducción. En el caso de los emprendedores, esto nos permite:
Ver cada proyecto como un “gen emprendedor”: Algunos modelos de negocio no prosperan por falta de estructura, otros porque no tienen condiciones adecuadas para replicarse o escalar. Como en la biología, lo importante no es solo tener potencial, sino adaptabilidad, entorno fértil y coherencia interna.
Interpretar a los aliados, inversionistas y clientes como “replicadores estratégicos”: Las relaciones que construyes deben ser mutuamente beneficiosas o no sobreviven. Atraes inversión y colaboración no cuando insistes en tu visión, sino cuando la estructuras para que se propague con lógica propia.
Aplicar la lógica de “ideas que se replican”: Cada mensaje de tu empresa debe ser tan claro, útil y estructurado que otros lo repitan. Esto guía el diseño de campañas de comunicación que funcionan porque encapsula un principio replicable y emocionalmente poderoso.
En mis conversaciones con emprendedores, identifico algunos patrones que conviene revisar con rigor estratégico:
1. Sobrediseño antes de validar
- Síntoma: Buscan perfección narrativa, visual y estructural antes de “testear” en campo.
- Riesgo: Se aplaza la activación comercial o la prueba de mercado, lo que retrasa el flujo de ingresos.
- Ejemplo: Desarrollan branding de altísimo nivel sin aún haber validado cuál es la objeción real del cliente promedio ante una propuesta.
- Recomendación: Sal con versiones “suficientemente claras” al campo. La retroalimentación real refina más que el diseño interno.
2. Cargan solos demasiado peso estratégico
- Síntoma: Asumen toda la carga intelectual, emocional y de ejecución estratégica.
- Riesgo: Aunque te mueve el propósito, eso no escala. Y a veces el sistema espera por ti, no por el mercado.
- Ejemplo: Solicitar estructuras, guiones, estrategias completas antes de delegar o probarlas en voz de otro.
- Recomendación: Crea sistemas replicables. Conviértete en diseñador de estrategias, no en operador permanente.
3. Exigencia sin activación
- Síntoma: Tener estándares muy altos, lo cual es valioso, pero a veces se exige antes de lanzar.
- Riesgo: Las oportunidades se enfrían. Lo perfecto compite contra lo visible.
- Ejemplo: Una guía “¿Cómo Contratar?” diseñada para brindar claridad al cliente, pero si no se termina y se reparte, no vive.
- Recomendación: Activa versiones beta. Lo que hoy vale 7 puntos y llega al público, rinde más que un 10 guardado en tu mesa.
4. Confusión entre validación externa y coherencia interna
- Síntoma: En momentos de incertidumbre, puedes dudar de ti mismo cuando no deberías dudar de ti, sino del contexto.
- Riesgo: Pueden frenar una idea con potencial solo porque aún no tiene eco inmediato.
- Ejemplo: Algunas frases o conceptos que desarrollan son potentes, pero podrían abandonarlas si no generan reacción rápida.
- Recomendación: Distingue el silencio del mercado de la debilidad del mensaje. Lo primero requiere insistencia, lo segundo, ajuste.
Es importante construir un sistema de retroalimentación realista para que cada acción que tomes (campaña, propuesta, pitch) regrese con datos que permitan ajustar sin abandonar.