En Investal, cada proyecto se estructura con intención. Seguimos un proceso que se adapta al tipo de solución (financiera, tecnológica, estratégica) y al momento que vive el cliente. Aun así, hay cuatro etapas que definen cómo trabajamos:
Diagnóstico #
Entender antes de proponer
- Escuchamos: ¿qué necesitas resolver?, ¿qué decisiones están en juego?, ¿qué te preocupa?
- Analizamos tu operación, tus flujos, tus riesgos y tus oportunidades.
- Si el proyecto es tecnológico, revisamos tu stack actual.
- Si es financiero, mapeamos tu estructura, tus ciclos y tus indicadores clave.
El objetivo no es venderte algo, sino entender qué solución realmente te empodera.
Diseño #
Traducir propósito en arquitectura
- Definimos qué entregables necesitas, qué decisiones permitirán y qué datos los alimentan.
- Diseñamos modelos, interfaces, simuladores o estrategias que respetan tu forma de operar.
- Documentamos cada componente con claridad: supuestos, fórmulas, visualizaciones, lógica.
Aquí se construye la herramienta, pero también la narrativa que la hace útil.
Ejecución #
Construir con precisión y transparencia
- Desarrollamos la solución: código, modelo, estrategia o entregable.
- Validamos contigo cada avance, ajustamos según retroalimentación y documentamos cada decisión.
- Si hay integración con sistemas existentes, lo hacemos sin fricción.
No entregamos “algo que funciona”, entregamos algo que entiendes, usas y puedes defender.
Seguimiento #
Acompañar la implementación y evolución
- Te ayudamos a presentar la solución ante socios, equipos o inversionistas.
- Ofrecemos soporte técnico, ajustes estratégicos y evolución funcional.
- Si el contexto cambia, adaptamos la herramienta contigo.
No desaparecemos tras la entrega. Acompañamos la transición que importa.